Nana nació en una isla, al lado de la mar, y hacía preguntas que nadie sabía responder. Sus ojos veían más, y Nana tenía que escribirlo, para que no se le escapase como la arena entre los dedos.

Un cuento bellísimo sobre el nacimiento de la poesía y del amor.

MAR BENEGAS
Nací en Valencia, en el mes de julio. Nací amarilla, me pusieron al sol y me llamaron Mar. Creo que por eso me gusta el verano casi tanto como los gatos, los niños y las niñas, los libros y la poesía. Luego me fui a vivir al bosque, y desde entonces también me gustan los árboles, las ranas y las ardillas. Esas son mis cosas preferidas.
Escribo, recito y juego, no por ese orden, pero sí con el mismo entusiasmo. Tengo muchos libros. Y me gusta visitar escuelas y bibliotecas, para estar con personas de todas las edades jugando con las palabras y los poemas.
Creo que el mundo tiene cosas hermosas pero también muchas cosas horribles, por eso intento buscar la belleza a través de la poesía, porque todo lo que ella toca siempre queda un poco más bello.


RACHEL CAIANO
Nací después del 25 de abril al otro lado del océano. No atrapé los vientos de la revolución de los claveles, pero floto cinco palmos sobre el suelo dibujando ideas y hundiendo pinceles en la pintura.
Vivo entre lápices, pinceles, agujas, perros, guitarras, adolescentes y tablas de multiplicar. Trato de estirar el tiempo pero no siempre lo logro y por eso hago varias cosas a la vez. Vivo en un laberinto de libros, juguetes, pinturas y papeles, donde nacen ilustraciones que se van publicando en revistas, periódicos y también en libros para pequeños y mayores.
Me gusta bailar y hacer música, diseñar vestuario y escenografía, leer y caminar junto al mar.