¿Las tardes aburridas no pueden ser salvajemente divertidas? Todo depende de la actitud y de las ganas por que sean de una u otra manera.
Una historia sencilla que juega con el lector e invita a releer y a descubrir. Pocas palabras, pocos protagonistas, colores llamativos y divertidos y una experiencia que nos llama a adentrarnos en el interior del libro, y... en otros interiores.
Porque una tarde terriblemente aburrida para unos puede convertirse en algo divertidísimo y excitante para otros.