Esta obra aborda el continuismo de la temática solar religiosa en la sensibilidad cultural republicana e imperial romanas. Aquí pretendemos dar congruencia al recorrido que muestran las fuentes y las evidencias de evolución en la adoración solar hasta el reinado de Constantino con un estudio centrado en el occidente mediterráneo.
A la vez que el culto a Sol pervive por siete siglos en espacios públicos y en la memoria romana sin un papel religioso especialmente destacado inicialmente, es posible percibir el creciente uso de elementos de su adoración dentro de distintos aspectos discursivos, literarios y de la imagen imperial por connivencia de intereses. El culto solar se mezcla así con distintos aspectos culturales en el mundo romano. Esto confiere al dios que los romanos llamaron "Sol" un carácter polifacético que es usado por los adoradores de diferentes cultos romanos para expresar ideas religiosas y simbólicas similares, e incluso para denominar a dioses diferentes. Existen diferentes ámbitos donde se observa esta percepción religiosa sobre Sol desde época republicana hasta el siglo IV d.C. Teniendo cada una sus peculiaridades, las distintas fuentes literarias y materiales responden a un patrón común que se puede comparar a lo largo de este periodo y permite explicar el papel de lo solar en la representación del poder y algunos cultos del siglo III d.C.

El dios Sol poseía un carácter polisémico en el mundo romano. Su nombre y su imagen fueron usados en referencias culturales o mensajes políticos de muy diverso signo, pero también como elemento de unión entre distintas tradiciones de culto. En el fondo de todo ello se encuentra la doble tradición local del Sol latino y del Helios griego, cuya interpretación como personalidad divina va evolucionando en Roma y experimenta incorporaciones notables como la de los cultos sirios, llegando a convertirse en uno de los dioses de mayor importancia en la transición a la Antigüedad Tardía. El presente libro aborda esta problemática mediante los testimonios de distintos tipos de fuentes que permiten trazar un recorrido evolutivo centrado en el occidente romano desde la República hasta el fin de la promoción pública de Sol en el siglo IV d.C.

Lorenzo Pérez Yarza (Huesca 1990) es doctor por la Universidad de Zaragoza (julio 2019) y ha trabajado durante cinco años sobre el culto solar en el Imperio Romano centrándose en la evolución cultural y religiosa de su manifestación. Como miembro del Grupo de Hiberus ha centrado su investigación en Zaragoza con estancias en Oxford, Roma, Londres y Múnich. Actualmente está a la espera de incorporación en la Universidad Carlos III de Madrid con el programa Juan de la Cierva-formación.