Para el hispano hablante, el persa no es un idioma complicado. La construcción gramatical recuerda, salvo en el caso de la postergación sistemática del verbo principal, a gran parte de nuestras estructuras y numerosos términos son muy parecidos, en virtud del mismo origen indoeuropeo. Se trata de un idioma que puede aprenderse con rapidez si se cuenta con materiales que faciliten la tarea, como es el caso del presente método. El principal escollo, quizá, sea la grafía árabe, tan extraña a la nuestra latina. Consciente de ello, el autor del libro incluye la transcripción en caracteres latinos de todos los diálogos, lo que permite al alumno un proceso de adaptación progresiva al nuevo alfabeto. Hermoso, musical y sonoro, el persa vivo y activo que nos presenta el profesor Saeid Hooshangi en estas veinticinco lecciones dialogadas persigue un objetivo eminentemente práctico: dar la oportunidad al estudiante, al viajero y al amante en general de los idiomas de conocer la realidad de las sociedades iranias y establecer un contacto directo con sus gentes, de una simpatía y hospitalidad que sólo encuentran justo parangón en otros pueblos orientales.