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De el Alamein a Zem Zem

Autor Keith Douglas

Editorial REINO DE REDONDA, S.L.

De el Alamein a Zem Zem
-5% dto.    21,00€
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España peninsular
  • Editorial REINO DE REDONDA, S.L.
  • ISBN13 9788493688721
  • ISBN10 849368872X
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 338
  • Colección VARIOS #
  • Año de Edición 2012
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Cartone

De el Alamein a Zem Zem

Autor Keith Douglas

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Detalles del libro

De Alamein a ZemZem narra las experiencias de Keith Castellain Douglas durante la campaña aliada en el Norte de África.

Cuando estalló la II Guerra Mundial  Keith Douglas -hijo de militar pero con una relación muy  ambivalente respecto a la casta guerrera quizás porque el abandono paterno le condenó a una infancia de estrecheces y humillaciones- ya se había ganado con sus primeros poemas la admiración de gente como T.S. Elliot o Lawrence Durrell.  Las experiencias bélicas en el Norte de África le inspiraron nuevos poemas que vinieron a consolidar su
prestigio.

Sin embargo, pese a sus deseos de combatir, tras largos meses de adiestramiento fue enviado al cuartel general de su división en El Cairo, donde tuvo ocasión de  vivir unas experiencias sentimentales que se cuelan casi de refilón en este libro pero que evocan irremediablemente la Alejandría durrelliana. Hasta que un día llega a sus oídos que el general Montgomery ha desencadenado la tantas veces pospuesta ofensiva contra Rommel en El Alamein y, sin pensarlo demasiado, roba uno de los camiones del regimiento  y se dirige al frente, aunque tiene la precaución de llevarse a un subalterno para que devuelva el vehículo. Oficial y caballero, como suele decirse.

Su libro es el relato de sus andanzas tripulando tanques  Crusader Mk. III desde que se incorpora al  frente, en plena ofensiva, hasta la derrota del enemigo.  Al ser una guerra tecnológica (al regimiento de caballería al que pertenece le han quitado los caballos y se los han sustituido por carros de combate)  gran parte de la misma se libra a distancia y los enfrentamientos son de máquinas contra máquinas.  Y lo primero que llama la atención es la cantidad de veces que pueden perderse los combatientes, avanzar en direcciones equivocadas, toparse con el enemigo cuando menos lo esperan ambos, o la cantidad de disparos erróneos que tienen lugar durante una batalla.  Keith Dogulas no es un tremendista tipo Céline y se detiene con frecuencia  en contar cómo se prepara un buen té  a la sombra de un tanque o en describir el reparto de un botín (cigarrillos, latas de conserva y cosas así) “con el júbilo inmemorial de los conquistadores”. Y por descontado que está presente la muerte, entre otras cosas porque el propio Douglas (“Condenado como estoy” se llama uno de sus poemas ) estaba convencido de que se le había acabado la suerte y que en cualquier momento le tocaría pagar con su vida (cosa que ocurrió en 1944 pero cerca de Bayeux, durante el desembarco de Normandía).  Lo que ocurre es que era un tipo fino y elegante incluso para hablar de la muerte.