"No sé si hay más idiotas ocupando puestos directivos de empresas que entre la población general, pero estoy seguro que es donde resultan más fáciles de identificar". Scott Adams SCOTT ADAMS ha realizado una hazaña inusitada. En su exitosa tira cómica, Dilbert, ha conseguido transformar el tedio del lugar de trabajo en un comentario inédito y cómico sobre la vida misma. Este volumen de tiras cómicas, que se publicaron en la prensa diaria entre el 20 de noviembre de 1995 y el 31 de agosto de 1996, nos trae más ejemplos del estrafalario divertimento de los eternos personajes tortuosos, frustrados y despistados. Además de las bufonadas de Dilbert, el Jefe, Alice, Wally y Dogbert, quedará atónito ante las correrías de Antina, la mujer no estereotipada, que desmonta la cafetera del despacho a modo de "diversión". Verá cómo a Ratbert, cuya única experiencia se reduce a la semana que pasó merodeando por el basurero de Procter & Gamble, lo contratan como vicepresidente de marketing. Y se retraerá ante Carl el Campista, el quejica de la oficina, a quien Dilbert consigue eludir gracias al túnel que construyó para escapar de su cubículo. Dilbert dio voz a la frustración de los moradores de cubículos por primera vez en 1989, y hoy en día la tira cómica más popular del mundo aparece en más de 1.700 periódicos de 51 países, en 19 idiomas.