En este libro, Liora Stavchansky ubica el momento capital que, en la vida de los niños, implica el descubrimiento de que los adultos no pueden hacer magia. Es notorio el presupuesto en cuestión: los niños creen en el Otro. Por eso es corriente que piensen que los adultos pueden conocer sus pensamientos; y en el análisis de todo niño es posible reconstruir algún episodio en el que se verifica que el "Otro no sabe". Es curiosa también esta inflexión: es a través del saber que se mide la vara de lo infantil. Incluso un niño puede denunciar la impotencia del Otro -porque es simplemente la otra cara de su omnipotencia-; o su mala voluntad -que el "Otro no quiere"-, pero la instancia crucial radica en la confrontación con este agujero en el saber.

  De acuerdo con estos lineamientos, las reflexiones culminantes de Stavchansky en torno al final de análisis con los niños avanzan más allá de las elaboraciones estáticas que sólo lo conciben a partir de la identificación. Este libro nos acerca a un psicoánalisis que se expone en función de su experiencia. No presenta conceptos dogmáticos, sino movimientos temporales, encrucijadas del tiempo.