El movimiento de la gestión de calidad total ha tenido una gran difusión en las últimas décadas, especialmente por la implantación generalizada de modelos y sistemas de gestión estandarizados. Como complemento a los sistemas de gestión de calidad generalistas, se ha desarrollado nuevos estándares sectoriales y/o específicos.  ISO 20000 es uno de estos estándares que, teniendo su origen en el ámbito de las tecnologías de la información (TI) propone soluciones concretas a la gestión de servicios, adaptando los requerimientos de calidad a las características específicas de los mismos.