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La labor docente es una carrera de obstáculos en continua incertidumbre debido a innumerables factores: las características del alumnado, el contexto institucional, la participación de los progenitores, las (bailantes) normativas, etc. Todo esto hace que en las aulas, la pedagogía del docente sea una suerte de equilibrio entre el conocimiento científico y la experiencia, que lo convierte en casi un arte. No por ello, debe justificarse la negación de lo científico, de la acción soportada, y bien soportada, por la evidencia. En este sentido, este pequeño texto trata de mostrar cómo realizar la evaluación de los recursos educativos desde la aproximación Basada en Evidencias. Esto permite establecer unos parámetros contextuales, otorgando al docente el papel de profesional que toma las mejores decisiones en función de su realidad. El elemento esencial de esta aproximación es la Teoría del Cambio implícita en toda intervención educativa. A partir de ella se definen los elementos fundamentales de la evaluación de recursos, superando las tan sabidas limitaciones de aquella evaluación basada en simples listas de co