Alexandra hab¡a aprendido a creer en el amor a primera vista, para ser exactos cre¡a que hab¡a amores que ®hab¡an sido, eran y siempreser¡an¯ aunque el destino hubiera decidido que nunca podr¡an ser.Sab¡a que el tiempo lo cura todo menos la a¤oranza y esa certeza lareconfortaba porque los recuerdos eran los balones de ox¡geno que lamanten¡an viva.



Jon segu¡a sin creer en losflechazos, prefer¡a llamarlo esperanza, ilusi¢n, vida o mejor a£n,sentir sin m s, sin poner etiquetas. Sab¡a que a veces el destino nosvapulea sin piedad y solo nos queda la opci¢n de plantarle cara,empezar de cero y renacer de nuestras cenizas. La vida le estabaechando un pulso y no estaba dispuesto a rendirse. Si hab¡a que perder ser¡a luchando hasta el final.



Alexandra hab¡adecidido no volver a mirar la luna. No quer¡a so¤ar con bajarla nuncam s. Jon solo miraba el cielo las noches en que las estrellas seescond¡an, no quer¡a imaginarlas derramadas en su espalda. Hasta queen un instante eterno sus miradas volvieron a cruzarse, destruyendolas barreras que hab¡an levantado el miedo y la inseguridad. ¨Har  eldestino esta vez la pregunta correcta? ¨Ser  el amor, por fin, larespuesta? ¨Puede haber, a£n, esperanza despu?s de tanto dolor? ¨Ser n capaces Alexandra y Jon de encontrar la manera de tirar juntos losdados y ganar la partida a la adversidad?



Eluniverso en tu piel pone fin a la trilog¡a que empez¢ con Elfirmamento en tu espalda y continu¢ con La Luna en tu mirada.