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Cartas a un mayordomo seguidas de El polemoscopio

Autor Giacomo Casanova

Editorial SD·EDICIONS

Cartas a un mayordomo seguidas de El polemoscopio
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  • Editorial SD·EDICIONS
  • ISBN13 9788492607969
  • ISBN10 8492607963
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 163
  • Año de Edición 2013
  • Idioma Castellano

Cartas a un mayordomo seguidas de El polemoscopio

Autor Giacomo Casanova

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Detalles del libro

Los últimos años de Casanova en el castillo de Dux van a resultarle insoportables debido a sus continuas disputas con la servidumbre, en especial con el mayordomo Feltkirchner (Faulkircher) a quien ridiculizará en este libelo Lettres au sieur Faulkircher par son meilleur ami Jacques Casanova de Seingalt. Le polémoscope, ou, La calomnie démasquée par la présence d'esprit fue escrita en 1791, y representada durante ese verano en el teatro de aficionados que la condesa de Clary tenía en su castillo de Toeplitz, propiedad de su esposo, señor de esa villa cercana a Dux, lugar donde la condesa había recibido al veneciano durante las visitas que realizaba a su propiedad para reunirse con su amigo el príncipe de Ligne, padre de la condesa y gran admirador del aventurero. La versión que aquí recogemos es la más elaborada de las tres que escribió Casanova. Ignorando su condición como empleado del conde de Waldstein, Casanova se empeñó en que la servidumbre le tratara como al personaje, sin duda, excepcional que era, pero los zafios sirvientes del conde lo vieron como un peligroso rival, en especial el mayordomo del castillo, Feltkirchner, intrigante a la par que irritante personaje que hacía y deshacía a su antojo durante las numerosas ausencias de su señor, en especial, cuando el conde, a instancias de su hermana Maria Anna, se ausentó durante nueve meses para participar en un intento de rescate de Luis XVI y su familia que fracasó, logrando escapar milagrosamente a Inglaterra para regresar desde allí a sus dominios bohemios. Durante esas ausencias Feltkirchner, que había cobrado a Casanova un odio visceral, no desperdició la ocasión para vejarlo y ridiculizarlo, mientras el veneciano, sin poder recurrir a la autoridad de su señor, tuvo que soportar ese cúmulo de humillaciones que reclamaban su venganza. Cartas a un mayordomo no es más que esa postrer venganza que minuciosa y un tanto reiterativamente perpetra Casanova contra el perverso Feltkirchner, mediante la única espada que a su avanzada edad podría sostener en su mano, la de su afilada pluma.