Cómo dar una buena clase se fija en cómo los nuevos comunicadores digitales captan la atención, aunque sin perder nunca de vista que una clase entretenida no es necesariamente una clase fructífera. El buen enseñante necesita cultivar la humildad, no rehuir ni abusar de su poder, saber gestionar el rechazo, planificar bien tiempos y contenidos, manejar el storytelling y, además, crearse un personaje. Eso sí, mejor que sea uno alejado de los clichés románticos tipo El club de los poetas muertos. Aquí los autores aportan claves realistas y pragmáticas (y algo de mindfulness) para sobrevivir a la dispersión de la atención a la que obliga el contexto digital. No hay recetas milagrosas y sí un único camino: «Prueba. Intenta. Arriesga. Falla. Sé profesor».

Salvador Gómez es profesor de la Universidad Complutense, subdirector de los Cursos de Verano de El Escorial y enseña sobre comunicación y videojuegos.
José Cabeza es profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Actualmente imparte clases sobre guiones y también los escribe. Ha escrito 19 guiones de largometraje (y un proyecto de serie), aunque solo uno de esos guiones ha llegado a ser película gracias a Netflix: 7 años (Roger Gual, 2016).

«Ser humilde nos permite conectar con las personas a las que queremos enseñar, porque aceptamos que podemos estar equivocados, y si nosotros podemos estar equivocados ellos también asumen con tranquilidad que pueden estarlo».