MONDO ANATEMA O PORQUE A JOHN WATERS LE COSTARIA ESTRENAR
Editorial SINDÉRESIS EDITORIAL
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España peninsular
- Editorial SINDÉRESIS EDITORIAL
- ISBN13 9788418206856
- ISBN10 8418206853
- Tipo LIBRO
- Páginas 140
- Colección COLECCION CINE, DERECHO Y SOCIEDAD
- Año de Edición 2023
MONDO ANATEMA O PORQUE A JOHN WATERS LE COSTARIA ESTRENAR
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Detalles del libro
Entre los a¤os 50 y 56 d.C, Pablo de Tarso visit¢ en dos ocasiones lacomunidad de cristianos que poblaban la provincia romana de Galacia(la actual Anatolia, con Ankara/Ancyra como capital), redactando acontinuaci¢n un texto, la Ep¡stola a los G latas, que se convirti¢ con el tiempo en uno de los libros del Nuevo Testamento. En aquella carta se vindica el Evangelio de Jesucristo, en contraposici¢n con la leymosaica que, a su juicio, estaba contaminando la fe de la comunidadcristiana de aquel lugar. Y as¡, en G latas 1:8, Pablo les admoniza:Pero si aun nosotros, o un ngel del cielo, os anunciara [otro]evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.
Veinte siglos despu?s, la posmodernidad, en su vertientecultural y al calor de las disolventes redes sociales, ha configuradoun renovado ej?rcito de ap¢stoles de los gentiles, prestos paraanatemizar todo aquello que sea contrario al marco moral dise¤ado porellos mismos. Una condena, sin embargo, que, a diferencia de lab¡blica, no se detiene en maldecir al pecador, sino que anhela ladist¢pica pretensi¢n de borrar literalmente al imp¡o, convirti?ndoleen un no ser mediante su ®cancelaci¢n¯ y, lo que resulta singularmente inicuo, impidiendo su redenci¢n, clausurando la posibilidad derestauraci¢n alguna de la vida previa al acto causante.
Podr¡a decirse que John Waters en toda esta historia es, si seme permite, el gimmick castleniano o el mcguffin hitchcokiano, elembeleco, el ardid, en suma. Es indiscutible que algunas de suspel¡culas, sobre todo las que conforman su trilog¡a trash, tendr¡anserias dificultades en el Zeitgeist actual a pesar de habertranscurrido m s de cuarenta a¤os de sus respectivos estrenos, y ellopor lo acentuadamente refractario que esos films eran a todo lo queoliera a discurso identitario y/o victimista. Pero Waters no es m sque la sin?cdoque de una lacra reaccionaria que afecta a una casiinterminable relaci¢n de creadores y pensadores, vivos y muertos,sometidos sobrevenidamente a un crisol de rancio neopuritanismo, en un delirante ejercicio de revisi¢n descontextualizada de su vida y de su obra.