El siglo XIX, con los hijos de la revolución francesa, fue el de la lucha por la libertad, y la revolución rusa quiso que en el siglo XX triunfaran los viejos ideales de igualdad y fraternidad, la revolución pendiente para el siglo XXI es la ´solidaridad intelectual y moral´. Tal planteamiento vertebra con brillantez las reflexiones sobre el medio ambiente, la paz, la renovación de la democracia y los desequilibrios de la riqueza, los auténticos nudos gordianos a los que debe enfrentarse la humanidad