El narrador, reci?n salido de la infancia, vive en un peque¤o pueblode l`Empord? con sus padres, que trabajan como masoveros al serviciode una familia acomodada. Fascinado, observa la vida de los se¤ores ysus hijos, que habitan un mundo inaccesible y contradictorio para ?l.Con el transcurso de las estaciones, dirigir  su mirada hacia elentorno que lo ve crecer y que parece estar en peligro, amenazado porla irrupci¢n de un nuevo modelo de vida.

"La vereda" nosmuestra un paisaje f¡sico y humano en trance de desaparici¢n, v¡ctimade la presi¢n urban¡stica, y reivindica, con un lenguaje rico yprofundamente apegado al territorio, las ra¡ces de un enclave entre la tierra y el mar. Con suma delicadeza, nos brinda un relato exquisitoy sutil sobre el tr nsito hacia la vida adulta. La trama describe unmundo que se desvanece, afectado por cambios dr sticos, al tiempo querinde homenaje a los v¡nculos con el entorno. Es, en £ltima instancia, una reflexi¢n sobre la p?rdida, esbozada con una pericia narrativaque revela la maestr¡a del autor en la exploraci¢n de temas profundosy universales.



®El poder emocionante de una prosaque llega a crear adicci¢n¯.

PON? PUIGDEVALL, El Pa¡s



®Hac¡a tiempo que una novela no me llegaba tanadentro¯.

EDUARD RIUDAVETS, Iris.cat



®Elregistro ling¡stico que respira (...) la convierte en una obraatemporal¯.

MÀRIUS SERRA, La Vanguardia



®Un libro tan bien escrito que no se nota¯.

EVAPIQUER, Ara Llegim



®El valor de la literatura deMiquel Mart¡n es la importancia de la construcci¢n de un estilopropio, con una lengua limpia, rica, di fana. Es una literatura conmucha luz¯. MONTSERRAT SERRA, Vilaweb



®El lectorqueda atrapado por una prosa rica, llena de matices, que relata elviaje al mundo de los adultos de un chico cuyo nombre no sabremosnunca¯.

ROSA PEROY, Naci¢ digital



®Unadelicia para regalarse los ojos bajo una buena sombra de media tarde¯.

CARLES RIBERA, La Rep£blica