La lectura concita todo tipo de actitudes y opiniones entre lapoblaci¢n. Celebrada y defendida por las instituciones culturales,educativas y sociales, como un bien que es preciso cultivar, protegery difundir, su estatus ha ido cambiando con el tiempo, pasando deocupar un lugar central entre las actividades de ocio de la poblaci¢na convivir con otras ofertas menos exigentes cognitivamente que, encierto modo, la han desplazado de esa posici¢n preeminente entre laspr cticas culturales de la sociedad. La aparici¢n de nuevastecnolog¡as de informaci¢n y comunicaci¢n, de dispositivos de lecturade todo signo, y de redes sociales, adem s, han instaurado unatransformaci¢n de los modos en que se lee, inaugurando una ?poca enque para poder hacerlo es necesario utilizar un elementointermediario, ll mese Tablet, M¢vil, E-reader o de cualquier otramanera en que puedan cristalizar los dispositivos en el futuro.

No es extra¤o por lo tanto que la lectura, y el libro que sevincula indisolublemente a ella, hayan sido objeto de una atenci¢ncreciente por parte de investigadores y ensayistas, pero tambi?n decreadores, que han encontrado en las bibliotecas, las librer¡as, loslectores, y los libros un terreno providencial e inagotable en el quealojar sus tramas. Tambi?n los profesionales del sector editorial lehan prestado especial atenci¢n a los procesos de creaci¢n, edici¢n yrecepci¢n que afectan a esta pr ctica, reflexionando sobre ella y todo lo que la rodea, una veces a trav?s de sus testimonios en forma dememorias, entrevistas o escritos de diversa ¡ndole, otras como objetode an lisis ellos mismos en tanto que empresas dedicadas al libro, lalectura y la edici¢n.

De todo ello trata esta obra que,centrada en la lectura, recoge decenas de estudios, de testimonios, de an?cdotas, aventuras y tribulaciones de unos personajes que se hanaventurado en su desarrollo desde el lado de la edici¢n, de ladocencia, del dise¤o, de la cr¡tica, etc., de unos libros que hansufrido radicales transformaciones cambiando su faz y su proyecci¢n en el futuro, de unos lectores que, subyugados por la pasi¢n lectora, aveces incurren en patolog¡as de las que se habla con profusi¢n enestas p ginas, en definitiva de un mundo en permanente metamorfosis en el que el conocimiento, como se¤alaba uno de los personajes Loslibros de Jacob, de Olga Tokarczuk, deber¡a de ser como el agualimpia: gratuito y universal.