Los espect culos de sangre fueron muy comunes en la Europa del Antiguo R?gimen. Sin embargo, con la llegada de los procesos revolucionariosde ¡ndole liberal, a finales del siglo XVIII y principios del XIX,tales espect culos comenzaron un lento declinar, hasta su desaparici¢n en muchos casos. En 1835 se prohibieron en Gran Breta¤a las peleas de toros y perros (las c?lebres bull baiting), el hostigamiento de osos, las peleas de gallos. En Francia, una ley similar a la brit nica de1835, se aprob¢ en 1850. En Espa¤a, sin embargo, las luchas de fieras(peleas de perros, de gallos, etc.) y los festejos taurinossubsistieron. A pesar de las prohibiciones de ?poca Ilustrada, en elarranque del siglo XIX, los espect culos de sangre se hab¡an afianzado y hasta uno de ellos, los toros, comenzaba a ser tildado como fiestanacional. En este libro nos preguntamos el por qu? de la divergencia.Para entenderlo lanzamos la hip¢tesis del v¡nculo entre la revoluci¢ndemocr tica y el surgimiento de leyes contra el maltrato animal. Elhundimiento de la Primer Rep£blica habr¡a evitado la aparici¢n denormas que erradicasen la