El arte y la creación son los ejes de este diálogo íntimo entre dos artistas que se enfrentan a la obra desde distintas actitudes vitales.

Dos amigos, un escritor y un pintor, hablan en un estudio-buhardilla repleto de cuadros y libros. Han vivido vidas paralelas en la isla donde nacieron. El escritor muestra al pintor, Ralf, un apunte al óleo que este le regaló mucho tiempo atrás: una siesta en el bosque. La pintura activa la memoria visual de ambos y toma caminos insospechados en los cuales se encuentran y a veces se separan.