Bella y perversa

Eran j¢venes, bellas, viudas? yduquesas.

Rupert Stirling, duque de Stratton, llevaba desdehac¡a tiempo el apodo de ?Diablo?. Y se lo hab¡a ganado a pulsogracias a sus asombrosas haza¤as dentro y fuera de laalcoba.

Pandora Maybury, duquesa viuda de Wyndwood, era incapazde cualquier osad¡a, aunque el turbio secreto que guardaba la hubieraconvertido en objeto de escabrosas murmuraciones. Si la aristocracialondinense hubiera sabido lo inocente que era en realidad... IncluidoRupert que, tras rescatarla de una situaci¢n comprometida, parec¡aempe¤ado en comprometerla a£n m s?

El placer delesc ndalo

Eran j¢venes, bellas, viudas... yduquesas.

Genevieve Forster, duquesa viuda de Woollerton, sab¡amuy bien que ten¡a que dar un paso hacia adelante y empezar adisfrutar. Despu?s de un matrimonio desdichado, estaba dubitativa,pero, en lo m s profundo de su ser, anhelaba que latentaran...

No era de extra¤ar que a lord Benedict Lucas, conese aire esquivo y pecaminoso, sus amigos y enemigos lo llamaranLucifer. No tem¡a escandalizar a la envarada alta sociedad. Adem s,disfrutar¡a enormemente mientras sacaba a la luz el lado desvergonzado de Genevieve...