No hace tanto que los textos que circundan a los puramente literarioscasi se saltaban a la torera,
cuando no se reduc¡an al an lisis delos pr¢logos, las flores de poemas epid¡cticos y ?en el mejorde
los sue¤os? las dedicatorias a los pingu?es grandazos de turno.Pues bien, procurando hermanar las
laderas ret¢rico-tem tica ysociol¢gico-clientelar, El discurso paratextual en la novela cortadel
Barroco re£ne dieciocho cap¡tulos y un exordio que asediantodos y cada uno de los frontispicios,
privilegios, aprobacionesciviles y eclesi sticas, tasas y censuras de las colecciones derelatos
publicadas entre las Novelas ejemplares (1613) de Miguel de Cervantes y las Intercadencias de la
calentura de amor (1685) deLuis de Guevara, el canto del cisne de este g?nero durante elseiscientos
espa¤ol.