Es una propuesta de delimitación e interpretación de las fronteras genéricas de las tan a menudo menospreciadas obras de caballerías de la Península Ibérica. Curial e Güelfa es un texto fascinante caracterizado por la presencia de dos tipos de transgresiones genéricas: las efectuadas por un autor-creador que reelabora y transforma los materiales literarios de la tradición clásica y escolástica, y las de un personaje femenino, Güelfa, la cual subvierte, dentro de la ficción, las leyes genéricas patriarcales al arrogarse roles tradicionalmente masculinos. Estos cambios genéricos no pretenden desprestigiar o superar la tradición caballeresca en la que se basan, sino elevarla y alabarla. Esta obra anónima del siglo XV constituye un ejemplo literario que atestigua la existencia del roman artúrico como género productivo y cambiante y no como fórmula estéril y estereotípica.