El Rayo y Vallecas. El equipo de barrio obrero que celebra sucentenario en la ?lite del f£tbol-negocio. Territorio f¡sico yemocional de un deporte concebido de forma diferente. Una camiseta que han vestido con orgullo jugadores entrados a formar parte de lamitolog¡a del barrio y de la ciudad de Madrid. Un oasis deautenticidad en un mundo uniforme. Franja sagrada, £ltimo reducto delas esencias y valores del que un d¡a fue deporte del pueblo. Mardonde hacer pie, piratas de secano sin mapas del tesoro, puerto deacogida de barro y ladrillo visto, tierra adentro, a cientos dekil¢metros de la costa. El Rayo y Vallecas, que saben posicionarsejuntos en defensa y salir al ataque, fieras ambas, durmientes orugientes, madrugadoras, trasnochadoras, m s temidas que domadas. Este es el relato de c¢mo el uno no puede entenderse sin el otro, de unidilio que se intensifica con el tiempo alimentado a base de unapasi¢n con memoria, presente y futuro, la historia de una identidadrom ntica y terrenal, de una autoestima colectiva a prueba dederrotas.