La malograda Operaci¢n ha derivado nuevamente en una ®guerra cl sica¯en Europa con frentes estancados, guerra de trincheras e intensoscombates urbanos. La diferencia con ?pocas pasadas la marca el tipo de armamento empleado y la extensi¢n del conflicto m s all  del propiocampo de batalla. La guerra de la propaganda y de la desinformaci¢n, y el uso del ciberespacio y del espacio son otras derivadas que est nmarcando el devenir de los acontecimientos en la contienda. Losataques de ®falsa bandera¯, las medidas activas sumidas en laincertidumbre, como las explosiones del gaseoducto Nord Stream, elhundimiento del crucero ruso Moskva y la guerra en el mar, o el empleo de armamento moderno, como sistemas antia?reos o contracarro, y laprueba de armas y doctrina de £ltima generaci¢n, como los dronesa?reos y mar¡timos, est n aportando otras aristas al conflicto que lohacen a£n m s intrincado. Por no hablar de la permanente amenaza deuna escalada nuclear. Durante la d?cada de 1990, la Uni¢n Europea y la OTAN incorporaron de forma gradual en sus respectivas organizacionesa pa¡ses que