Para muchos espa¤oles, educados en una versi¢n edulcorada de nuestraSegunda Rep£blica, su historia es la de la destrucci¢n de un proyectodemocr tico y reformista a manos de los grupos sociales dominantes, la Iglesia, el Ej?rcito y los terratenientes, principalmente, quereaccionaron violentamente en defensa de sus privilegios seculares.Para otros, los historiadores revisionistas y sus voceros medi ticos,el r?gimen que se desarroll¢ en Espa¤a entre 1931 y 1936 no era sinola antesala de una revoluci¢n comunista contra la que se levantaron,en leg¡tima defensa, la gran mayor¡a de los cat¢licos y las clasesmedias, aunque su difuso programa inicial degener¢ luego en unacontrarrevoluci¢n autoritaria que fue mucho m s all  de donde hab¡apretendido inicialmente. Frente a estas posturas, un tanto simplistas, esta obra parte de la idea, menos atractiva quiz , pero sin duda m sajustada a la realidad, de que la Segunda Rep£blica nunca fue, en s¡misma, un proyecto pol¡tico definido, sino un r?gimen en cuyo senoconvivieron muchos proyectos distintos, por desgracia, la mayor¡a deellos radicales. En estas p ginas se analiza en profundidad uno deellos, el que hemos denominado republicanismo moderado, integrado porun grupo de partidos cuya vocaci¢n centrista y orientaci¢n alejada detodo extremismo, de haber alcanzado la fuerza suficiente paragobernar, habr¡an podido consolidar la Rep£blica y alejar con ?xito el terrible dilema entre reacci¢n y revoluci¢n que la amenaz¢ casi desde el principio y termin¢ por conducir al pa¡s a la m s cruenta de susguerras civiles.