1880. La semilla intelectual y moral de do¤a Concepci¢n
Arenalflorece en la persona de Clara Agostinho,
disc¡pula directa suyacomo vimos en la
primera parte de esta dilog¡a. Escuchando losdictados
de su propio coraz¢n y aplicando los principios
de sumaestra, busc¢ equidad y solidaridad educativa
para los lugares m s remotos del pa¡s.
Seducida por la manera de escribir y pintar dedos
mujeres, deseosa la una de poder tocar el cielo con
lasmanos y poseedora la otra de alas para volar, se
decide a difundirsus trabajos, por considerar que
contienen la fuerza de liberarcosas que muchas mujeres
mantienen encerradas dentro de ellas. Yjuntas
luchan por un doble objetivo: erradicar elabsentismo
escolar, sobre todo el femenino, y poner fin a
ladesigualdad de g?nero.