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Epistolario II (1900-1904)
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  • Editorial UNIVERSIDAD DE SALAMANCA
  • ISBN13 9788413117300
  • ISBN10 8413117305
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 1120
  • Año de Edición 2024
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Cartone
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Detalles del libro

Este volumen reúne 391 cartas que completan y aclaran un periodo esencial de la vida de Miguel de Unamuno (1900-1904) marcado por su nombramiento como rector y por el creciente protagonismo que cobra en la vida intelectual y cultural española. A través de esta correspondencia, asistimos a la vida cotidiana de un hombre a menudo ocupado en observarse, pero atento a su familia y al porvenir de España; compartimos sus esperanzas y desengaños, alegrías y dolores, dudas y certidumbres. Seguimos también los primeros años de un rectorado tan heterodoxo y criticado que pronto se perfila la amenaza de una destitución. Nos percatamos de una «conversión» progresiva que se plasma en el rechazo inapelable del catolicismo y en un activo apostolado en pro de una cultura laica del pueblo. Si bien el compromiso político de Miguel de Unamuno parece a primera vista menos visible que en los últimos años del siglo XIX, los «sermones laicos» y la proclamación de un necesario "Kulturkampf" (o combate por la Cultura) son otra manera de hacer política, agitando los espíritus y luchando contra el inmovilismo.

Por lo demás, durante estos primeros cinco años del siglo, se amplifica la labor literaria y periodística del epistológrafo, deseoso de «sembrar semilla de eternidad» y de propagar su obra más allá́ de las fronteras. Escribe novelas, intenta sin éxito dar a conocer su teatro y cultiva, cada vez más, la vena poética; pero al mismo tiempo es patente su predilección por el ensayo, forma abierta a todo tipo de digresiones y perfectamente adecuada a los meandros de un pensamiento tan complejo como contradictorio. Durante este primer lustro del siglo XX, a pesar de una vida tan atareada, Miguel de Unamuno, sigue teniendo «cierto flaco por la correspondencia» en un país donde, según él, «no hay documentos epistolares ni literatura intima» y espera que sus cartas puedan ser de alguna utilidad para ejercer en lo posible una «campaña personal, íntima, de hombre a hombre, como un apostolado de la acción».

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