Dos jovencitas cuentan su historia y los relatos se entretejen como las hebras de una misma tela. Leonora es hija de madre soltera. Vive en las afueras de Ciudad de México, y sobrevive juntando las ramas con que se fabrican las escobas que usan jardineros y barrenderos. Piensa que ella es una niña-escoba, que su voz suena como el ruido que se hace al barrer... Su madre la envía con sus hermanas a un convento, donde les enseñarán a leer y a escribir y las prepararán para ser criadas de las familias ricas de la ciudad.