Año 1153 a.C., reinado de Ramsés III.
Una sacerdotisa, favorita de la esposa del faraón, aparece brutalmente asesinada en el Valle de los Reyes. Al conocer la noticia, la reina exige que se investigue y se encuentre al culpable. El fragmento de una rara piedra azul, incrustado en el cráneo de la víctima, dirige las pesquisas hacia Tebas occidental, donde existe una pequeña colonia de artesanos que trabaja en las tumbas reales. Semerket, un hombre taciturno, que aún no ha superado el abandono de su mujer, será el encargado de la misión y cruzará el Nilo para investigar en un ambiente hostil. Los constructores de tumbas viven excluidos de la sociedad y no tienen ninguna intención de ayudar a un extraño. Sin embargo Semerket no se rinde. Paulatinamente, lo que en un principio se presentaba como un crimen corriente va adoptando un perfil nuevo: el de una conspiración de altos vuelos.
Inspirada en las transcripciones judiciales más antiguas conocidas hasta hoy, Profanadores de tumbas es una magnífica historia de suspense, en la que Brad Geagley recrea con sorprendente rigor histórico una de las sociedades más complejas y fascinantes que jamás han existido.