Este libro pretende sentar una posición respecto de lo psicosomático, tema que el psicoanálisis ha abordado permanentemente a través de numerosos autores que se preocupan por echar luz a los fenómenos de somatización. Ya en 1912, Freud le otorgaba al psicoanálisis un futuro promisorio para poder trabajar en la superación de dichos fenómenos. El autor privilegia tres vectores: el cuerpo, el lenguaje, y el vínculo humano como constructor del psiquismo y de la existencia toda. La intención de esta obra es acercar una serie de herramientas conceptuales, técnicas y clínicas, provenientes del campo psicoanalítico, que le resultaron útiles al autor a lo largo de más de treinta años de experiencia clínica.