El investigador Nick Petrov recibe el encargo de resolver la desaparición de una adolescente de 16 años. Al poco tiempo la madre desaparece. Cuando por fin encuentra a la chica sufre un desmayo y debe ser internado.
Al recuperar el conocimiento, se da cuenta de que no recuerda nada de los días previos a su internación, es decir, desde que comenzara a investigar el caso de la muchacha desaparecida. Además, debe enfrentarse con la terrible noticia de que tiene un tumor en el cerebro.
Sin embargo, Nick sabe que tiene un caso pendiente: reconstruir el tiempo en blanco se convierte en una obsesión, especialmente cuando realiza un descubrimiento sorprendente que dará un giro inesperado a su investigación.