Cesta de la compra

Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy

Autor Eduardo Mendicutti

Editorial TUSQUETS EDITORES

Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy
-5% dto.    15,00€
14,25€
Ahorra 0,75€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular
  • Editorial TUSQUETS EDITORES
  • ISBN13 9788483100356
  • ISBN10 8483100355
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 280
  • Colección Andanzas
  • Año de Edición 1997
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy

Autor Eduardo Mendicutti

Editorial TUSQUETS EDITORES

-5% dto.    15,00€
14,25€
Ahorra 0,75€
No disponible, consulte disponibilidad
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular

Detalles del libro

Mendicutti, Eduardo
Eduardo Mendicutti nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en 1948. En 1972 se trasladó a Madrid, donde vive desde entonces. Sus obras, publicadas con gran éxito de crítica y público, y merecedoras de premios como el Café Gijón y el Sésamo, han sido traducidas a numerosos idiomas. A las tituladas Siete contra Georgia, Una mala noche la tiene cualquiera, Tiempos mejores y Última conversación les siguieron El palomo cojo y Los novios búlgaros, que inspiraron sendas películas homónimas dirigidas por Jaime de Armiñán y Eloy de la Iglesia. Asimismo, ha publicado el libro de relatos Fuego de marzo y las novelas Yo no tengo la culpa de haber nacido tan sexy, El beso del cosaco, El ángel descuidado (Premio Andalucía de la Crítica 2002), California y Ganas de hablar. Divertida y entrañable como El palomo cojo, emocionante como California, y a la vez un homenaje al cine clásico de Hollywood, la novela Mae West y yo derrocha tanta vitalidad como la verdadera Mae West y demuestra, entre burlas y veras, que el humor es el mejor antídoto contra la adversidad.
Rebecca de Windsor, una hermosísima mujer dedicada con gran éxito al espectáculo, descubre un día ante el espejo que los años no pasan en vano y que el tiempo empieza a hacer mella en su cuerpo. Consciente de que alguien como ella, que siempre ha sabido imponerse al destino y que siempre ha querido -y conseguido- ser la primera en todo, no puede permitirse el lujo de no encontrar la vía más digna hacia un madurez superior, toma un buen día una firme determinación : emprender el camino de santidad, elevarse por encima de los demás mortales y alcanzar las cimas ahora sólo holladas por los místicos. Todo ello entraría en la más absoluta normalidad de estos tiempos de desconcierto, si no fuera porque Rebecca de Windsor, de hecho, fue durante treinta y siete años de su vida Jesús López Soler y porque nadie, ni siquiera ella, escapa a las muchas trampas de la memoria.