Este libro sobre la sociología de Pierre Bourdieu pretende a la vez ser abarcador del conjunto, analítico, y abierto a la producción de nuevos usos. El desafío es asumido a partir de una doble convicción: la primera, que la obra de Bourdieu sólo se entiende desde lo que él hubiera llamado el "punto geométrico" de sus múltiples aproximaciones al mundo social (múltiples en terrenos, en enfoques disciplinares y metódicos). La segunda, que las "síntesis" y "sistematizaciones" de sus conceptos traicionan lo que de más interesante y productivo tiene su propuesta. Según la autora: "El análisis trata de mantenerse cerca a la vez de la letra de los textos de Bourdieu, de los procesos de investigación que los sustentaban cada vez, de la intención epistemológica que suponían, de los referentes teóricos (implícitos en la mayoría de los casos), y de ese inasible núcleo de percepción del mundo social que nos sorprendió en las primeras lecturas y que veíamos reaparecer en forma de sentimientos y eticidades implícitas, desde sus primeros a sus últimos textos". En 1999, Pierre Bourdieu leyó una versión preliminar de este libro y escribió al respecto a la autora: "He quedado muy impresionado por la profundidad y la precisión de su conocimiento de mi trabajo. Las "referencias" que usted invoca son siempre (hasta donde yo puedo juzgarlo) a la vez legítimas y pertinentes: ellas aclaran la noción de habitus tal como yo la empleo, sea por contraste, sea por profundización [...]. Creo que su trabajo, por su claridad, su rigor, su maestría, constituye una notable introducción interpretativa".