Con mucha frecuencia, los padres se sienten muy desamparados cuando es necesario ponerles límites a los hijos sin herirlos y transmitirles normas de vida, respetándolos a ellos y a los propios recursos.
Entonces, el planteo que surge es de qué modo es posible inculcarle a un niño ciertas normas de vida y evitar que haga lo que es inaceptable para sus padres. Además, ¿de qué manera hay que enfrentar sus repetidas demandas o pedidos, eso que los padres denominan "caprichos"?
En verdad, los padres enfrentan cotidianamente innumerables situaciones tan complejas, ¡que harían huir hasta al gerente más experimentado!
Para que eso no suceda, la autora les propone un enfoque del tema basado en la escucha de las necesidades de los hijos, de sus emociones y sus reacciones. Por medio de ejercicios, juegos y ejemplos prácticos (muchos provenientes de la experiencia profesional y personal de la autora), esta obra les permitirá a los padres encontrar soluciones lúdicas y enriquecedoras para mantener la calidad del diálogo, y manejar mejor su relación con sus hijos al lidiar con sus exigencias.
Recorra sus páginas para encontrar en este libro las herramientas no violentas que permiten emprender la ardua tarea cotidiana de poner límites, con respeto, a esas personas únicas e individuales que son los hijos, y acompañarlos en el camino hacia la plenitud de su crecimiento.