Mark Kurzem vivía entregado a una vida académica y regalada en Oxford cuando su padre, Alex, aparece de repente para desvelarle un inquietante secreto.

Alex, judío de nacimiento, tuvo que dejar su núcleo familiar cuando tenía cinco años y escapar a los helados bosques rusos, tras el ataque de un escuadrón nazi a su casa en el que su madre y varios vecinos fueron asesinados. Mientras su padre moría gaseado en Auschwitz, él se las arregló para integrarse en las SS, ocultando su ascendencia judía, y convirtiéndose en la mascota de los soldados.

En su intento por sobrevivir, consigue ejercer de cabo de la milicia nazi, después de ser utilizado como cebo en una estafa de deportación por la que acabará inculpando a un criminal de guerra. Pero esta historia tan personal de la Segunda Guerra Mundial acaba transformándose en una mirada valiente sobre las vicisitudes de la propia personalidad y la memoria. Alex debe intentar recuperar por todos los medios la identidad que le ha sido arrebatada.

Su hijo Mark le ayudará en esta ardua tarea con la que desvelará el sorprendente pasado de su padre.

Estamos ante una historia de supervivencia, un oscuro cuento de hadas, un relato conmovedor de autoengaño y descubrimiento de los propios orígenes, mientras contemplamos la aterradora estampa de la maquinaria nazi a través de los ojos de un muchacho judío.