Patricia Fonseca, rica heredera y reina de las revistas de corazón, se embarca en Marbella, de noche y por equivocación, en el Aloha, un velero que ella confunde con el Samoa que pertenece a sus padres. Patricia se despierta varias horas después, ya en alta mar. Tan sorprendidos como ella están los tripulantes de la goleta, capitaneados por el atractivo Bruno Frías de Sotomayor, que se niega a dar media vuelta y dejarla en las costas de Cádiz, pues ha aceptado el desafío del magnate Felipe Samaniego y se dispone a llegar hasta Bilbao sin ayuda del motor, navegando a vela. Le espera una recompensa... y los restos de un huracán convertido en temporal en las costas de Galicia.
La atracción que Patricia comienza a sentir por el fascinante capitán se hace innegable. Aventurero, escritor y oficial de la marina española, su vida, reflejada en un libro escrito por él mismo, fascina a una mujer que se ha limitado a vivir una dolce vita hecha de fiestas, glamour y superficialidad. Pero él tiene un pasado: está casado, aunque en vías de separación, y tiene una hija a la que adora, Alexandra, además de una amante que resulta ser la esposa de su patrón. Las confidencias y la complicidad entre Bruno y Patricia crecen muy rápidamente, y en dos días ella está perdidamente enamorada. En tierra, la prensa clama escandalizada por la desaparición de la bella señorita Fonseca y especula con lo ocurrido.