El carlismo no ha sido suficientemente estudiado, como ha acurrido con otros movimientos y procesos históricos igualmente polémicos, ni tampoco ha sido tratado, salvo excepciones, de forma que permita progresar en su valoración histórica: a base de documentación -y no de los escritos- contenida allí donde el movimiento fue incontestable o representativo. Para superar el terreno de la polémica debe estudiarse con un criterio historiográfico diferente alátradicional, analizándolo como movimiento de masas en relación con las estructuras socioeconómicas y en sus experiencias de gobierno.
Así son las cosas, el presente Diccionario histórico del carlismo pretende ser un modesta aportación para llenar este vacío científico.