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Las cien mejores peliculas sobre el racismo

Autor David Felipe Arranz

Editorial CACITEL, S.L.

Las cien mejores peliculas sobre el racismo
-5% dto.    19,50€
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España peninsular
  • Editorial CACITEL, S.L.
  • ISBN13 9788496613300
  • ISBN10 8496613305
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 270
  • Colección 100 MEJORES PELICULAS
  • Año de Edición 2009
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

Las cien mejores peliculas sobre el racismo

Autor David Felipe Arranz

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Detalles del libro

El reconocimiento hacia unos cineastas que decidieron filmar películas poco comerciales que mostraban la crueldad de los hombres hacia sus semejantes, más allá de los criterios del sistema de producción cinematográfica y, si me apura, de los de la recepción. A nadie le gusta ver películas como Mandingo o El creyente, pero son largometrajes diría que incluso obligados, precisamente ahora, en los tiempos que estamos viviendo, donde existen partidos políticos xenófobos o se golpea en mitad de la calle hasta matarla a una persona por el color de su piel. Y aquí no ha pasado nada.


Así es y nada tiene que ver con su calidad literaria o de pensamiento, que es admirable; no olvidemos jamás que todos ellos son hijos de su tiempo, para lo bueno y para lo malo, y eso a veces hace olvidar que tuvieron muy duras palabras. Hume escribió en 1742, en Essays, Moral and Political, que en los negros de las colonias y de Europa no se ha descubierto ningún síntoma de ingenio, ya que son de una naturaleza inferior a los blancos.

Jefferson en sus Notas sobre el Estado de Virginia dice que los negros son inferiores a los blancos "en cuerpo y alma", por si quedaba alguna duda, y llega a comparar la apetencia de los negros por los blancos a la de los orangutanes por las mujeres negras. Esto conviene taparlo, no vaya a ser que se derriben unos cuantos mitos norteamericanos. Además, firma con cinismo la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, donde se asegura que todos los hombres son creados iguales y que tienen derecho a la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad. y tiene varios hijos con su esclava negra, que mantiene a su servicio.

Melville en White Jacket decía que el pueblo norteamericano era "el elegido, el Israel de nuestra época". Kipling en el poema "La carga del hombre blanco" habla, refiriéndose a la guerra entre Norteamérica y Filipinas, de los nuevos capturados: gentes hurañas, mitad diablos, mitad niños. Y Whitman, en el Brooklyn Daily Eagle, escribió en 1847 que "el ineficiente y miserable México" no tenía nada que hacer ante el avance de una "raza noble" que había de poblar el Nuevo Mundo.

Para justificar el exterminio indio, los políticos de entonces como Thomas Dew afirmaban que los pieles rojas se hubieran salvado si se les hubiera esclavizado como a los negros. Otro de los personajes más repugnantes fue el político de Carolina del Sur John Caldwell Calhoun, que impulsó la Ley de Esclavos Fugitivos, la caza del hombre, para que nos entendamos. Josiah Nott nos despreciaba a los españoles porque decía que éramos de raza oscura, al igual que el senador Joseph Root, que dudaba de que los mexicanos fueran mejores ejemplares de la raza que los españoles.

Poca gente sabe que los estados del Sur, siguiendo al racista Matthew Maury que planificó el exterminio de los indios en California, proyectaban la anexión de Cuba y Hawái a mediados del siglo XIX. Esta invasión prosperó en el caso de Hawái, donde las enfermedades diezmaron a la población, mientras que se en el caso de Cuba se pensaba que su población no podía "armonizar" con los estadounidenses. Recomiendo al respecto la película Hawái, con guión de Dalton Trumbo, perseguido por comunista por escribir guiones como éstos.

La "conquista" de California, que el cine revistió de gloria en numerosos western, sólo aparece mostrada con su verdadero rostro en Joaquín Murrieta, de la que hay dos versiones, una en 1936 y otra en 1965. Tras el Tratado Trist, Estados Unidos no quería otra cosa con México que quedarse con los yacimientos de oro de Nuevo México y California; luego vino, claro está el saqueo revestido de racismo a la vez que vendían armas para que los mexicanos se mataran entre ellos en la Revolución.