Este libro aporta varias novedades porque en la literatura sobre psicoanálisis infantil no existen muchos estudios sobre el trabajo psicoanalítico con los padres ni tampoco respecto al tratamiento de niños utilizando solamente el proceso asociativo por la palabra. No se trata de una obra centrada en la teoría, sino que a partir de varias experiencias de encuentros psicoanalíticos, la comprensión del desarrollo tanto de las entrevistas como de la cura psicoanalítica propiamente dicha, se va especificando en un tejido de pensamientos compartidos, donde los padres y los niños van poblando, con su libre asociación, un mundo que el psicoanalista puede descubrir como todo investigador y abrir nuevas perspectivas de elaboración. En el curso de las reflexiones que el libro propone pueden apreciarse también cuestiones sobre el psicoanálisis en general, de especificidad psicoanalítica, de necesidad de una formación rigurosa y de una experiencia llena de interrogantes y retos, hipótesis y reelaboraciones, una formación continua donde el investigador descubra universos psíquicos todavía por explorar.