Una buena actitud biomecánica además de evitar lesiones es fundamental para obtener un mayor rendimiento deportivo, no olvidemos que una cosa trae la otra, y por tanto la mejora de marcas. Nadie discute por tanto que la mejora de la salud viene acompañada de un mayorá rendimiento.
El estudio biomecánico viene dado por dos fuentes: el laboratorio y/o la experiencia personal. Si no se dispone de alta tecnología, muy costosa económicamente, hay que recurrir a la observación del fenómeno en innumerables ocasiones hasta concebir la técnica adecuada y la incorrecta. Lo que con ordenadores, plataformas de salto, células fotoeléctricas y demás innovaciones puede realizarse en pocos minutos Ricardo ha tenido que dedicará muchos días y sesiones de entrenamiento, innumerables observaciones y me imagino que incluso lo habrá experimentado en sus carnes, y me estoy refiriendo al tema de las sobrecargas y de las modificaciones técnicas. Un rasgo importante del autor de este trabajo es su capacidad de observación, basada en la inteligente idea de que todo el mundo puede mostrarnos, y por supuesto enseñarnos algo.

Conviene tener en cuenta que esta disciplina, teórica en un principio, no responde a un modelo universal puesto que hay que considerar muy seriamente la morfología del individuo; es decir, no es lo mismo aplicar la teoría de las cadenas de transmisión en una persona muy alta que en otra muy pequeña, en una gruesa o en otra muy delgada y ahí es imprescindible el trabajo de campo del que han adolecido muchos investigadores que se han basado en modelos ideales. Ricardo por el contrario ha tomado muchos modelos -sus alumnos- partiendo de unas reglas inamovibles, diríamos comodín, que se adaptan a todos ellos para ofrecer la técnica ideal y no el modelo ideal que seguiría siendo teórico mientras que la técnica, como conclusión y experiencia, constituiría un modelo práctico. Pero eso ya lo irán descubriendo en el libroá que tiene en sus manos.

Esta obra por tanto ha de ser de lectura obligada no sólo por los docentes, y no me estoy refiriendo en exclusividad a los instructores de gimnasio, sino incluso a los recién Licenciados de INEF, y a todos los aficionados que se adentren en este apasionante mundo. Sin duda evitaran muchos problemas prácticos que a larga, y de no corregirlos, podrían hacer posible que apareciese el desencanto con las primeras lesiones.

El mérito de Ricardo es que el mismo ha experimentado lo que expone, por tanto presenta un trabajo elaborado y sobre todo eminentemente práctico. No van a encontrar aquí un tratado de metodología científica en el cual los tecnicismos en cuanto a medianas, medias, porcentajes, desviaciones estándar y otras lindezas por el estilo unidos a un montón de gráficos les desborden. ¡Ni falta que hace!. Quizá de cara a un estudio biomecánico especializado de alta tecnología sea correcto pero a mi modo de ver, y eso que soy científico pero también deportista, eso suele ser bastante aburrido y aporta muy poco al hombre de la calle. Incluso mis propios compañeros de profesión cuando ojean trabajos biomecánicos se van directamente al apartado de conclusiones y con esto no quiero decir que lo anterior no sea válido ¡todo lo contrario!.
Es más, pienso que un trabajo como el de Ricardo basado en la experiencia debería constituir un punto de partida para que los expertos en biomecánica aplicada pudiesen avanzar en cuanto a la tecnología de los diferentes materiales de protección y sugerir las variaciones en el entrenamiento de alto nivel en las disciplinas marciales.

A partir de esta trabajo los técnicos sólo tendrían que aplicará la filmación al modelo práctico de ejecución, que pienso que variaría muy poco del sugerido y expuesto por Ricardo. Para ellos, con el modelo ya presentado, sólo es cuestión de horas el confirmarlo.
Y es que el presente trabajo se basa en el estudio biomecánico teórico a base de una dura experiencia, cosa poco frecuente en nuestros días, con el queá además también pueden evitarse problemas desagradables.

Una técnica mal efectuada puede causar daños irreparables y ahí aparece una responsabilidad sobre el técnico o instructor que las enseña; por tanto la importancia del estudio biomecánico es de suma importancia y aquí no vale aprender a base de fatales equivocaciones, sino del estudio pormenorizado con el "uke"; en este caso constituido en modelo muy superior a la propia filmación técnica por la sencilla razón de que aquella no puede transmitir la experiencia.
Este es el gran mérito de Ricardo Diez Sanchis que a partir de tesón y años de práctica; Conociendo y experimentando con maestros de todo tipo, nos muestra una faceta de las Artes del Budo muy poco divulgada hasta estos momentos que cubre, sin duda, un vacío importante.

Toda actividad deportiva ha de progresar y ha de revestirse de cierto aire intelectual puesto que siendo así, además de practicar deporte, aprender a defenderse, no lesionarse y obtener mayor rendimiento físico sus practicantes tendrán acceso a aspectos relacionados directamente con la cultura científica lo cual redundará en una mayor formación humana e intelectual, ofreciendo al público en general una imagen mas acorde con nuestros tiempos, desterrando la idea, no demasiado positiva, que sobre los practicantes de Artes Marciales se tiene en nuestro país. Imagen salvada in-extremis por muy raras excepciones y con iniciativas como esta.

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Contenido :

áá áSobre la eficacia del estudio teórico físico del movimiento humano en las artes marciales. á
áá áConocimientos científicos.
áá áPotencia = fuerza x velocidad + relajación / tensión
áá áImplicaciones clínicas del ejercicio.
áá áTécnicas de puño
áááá - Jab
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