En 1990 se publicaba por primera vez este libro, origen de una obra que ha discurrido a la par que la vida de su autor y cuyas sucesivas entregas esperan cada a±o con discreta impaciencia y complicidad un n·mero creciente de lectores. Convencido de la naturaleza ficcional del proyecto, su autor lo ha subtitulado contra viento y marea como ½una novela en marcha+; en marcha, porque no conocerß un final, aunque unas u otras razones acaben interrumpiÚndolo un dÝa, y novela, por buscar en sus pßginas el sentido que no tiene la realidad de donde estß tomada, distinguiÚndole de ese modo de otros diarios y otros libros adscritos a una ½literatura del yo+ frente a la que las entregas de este Sal¾n de pasos perdidos quizß debieran ser consideradas como una verdadera ½literatura del t·+.
En un reciente volumen titulado Vidario y publicado igualmente en la editorial Pre-Textos, escritores de distinto porte recordaban la atenci¾n que en esta obra se presta a la vida com·n y vagabunda y la naturalidad de su estilo, viendo en una y otro las posibles razones para explicar el poder hipn¾tico de unas pßginas hechas de casi nada, extraordinarias y memorables a menudo: la vida en un Madrid provinciano, el retiro de su autor en un rinc¾n del campo extreme±o, sus paseos por el Rastro, las librerÝas de viejo o las almonedas de medio mundo, el encuentro fortuito con desconocidos o demasiado conocidos, tantos viajes que no han logrado hacer de Úl a·n un cosmopolita, su vida familiar relatada con desvelado sigilo, su trabajo como escritor, sus fantasÝas y devaneos, su amor por la poesÝa o su inclinaci¾n cervantina a mirar las cosas con humor cuando se ponen demasiado sombrÝas.
Todo el mundo sabe que la mayor parte de las veces lo que se dice de un libro en sus solapas no es, en el peor de los casos, mßs que ruido y furia o, en el mejor, unos melismas bien intencionados. Veinte a±os despuÚs de su publicaci¾n, +t· crees, lector, que servirÝa de algo ½hacerle el artÝculo+, como llaman a esta clase de literatura mercantil los viajantes de comercio? Cierto que sale una vez mßs a correr el mundo, pero se dirÝa que el pa±o que en Úl vas a encontrar sigue en el arca, como el primer dÝa. Y a buen entendedor, etcÚtera.