El abrazo del oso es un libro en que Vanessa Aguilar nos cuenta su experiencia cercana a la muerte, su «Despertar Espiritual» y su capacidad de percibir nuestra alma por separado de nuestro cuerpo físico, especialmente en el momento cercano a la muerte. La muerte no existe, según su experiencia, ya que lo que hacemos es transformarnos abandonando este cuerpo físico. Son nuestros guías (habitualmente familiares o amigos ya fallecidos) los que nos vienen a buscar para ayudarnos en este paso. Y Vanessa lo sabe no solo porque ella lo experimentó, sino porque muchas de estas almas la visitan y le dan sus últimos mensajes.
Mediante la fácil lectura de las páginas de este libro, el lector se sumergirá en un recorrido lleno de sensibilidad a través de las experiencias de la autora con el mundo y la energía invisibles. El resultado final es una comprensión de la «Muerte» como un hecho tan natural como el «Nacimiento». Una comprensión de que la «Vida» continúa después de la «Vida» y de que todos formamos parte de un «Amor» que nos trasciende.

«Yo tuve una ECM (experiencia cercana a la muerte) y, muchos años después, un fuerte “Despertar Espiritual”, por el que comencé a percibir quiénes somos... más allá de lo que decimos o aparentamos ser. Estoy convencida de que nuestra alma viaja todas las noches a su casa.
En ocasiones, he estado junto a personas que iban a morir en breve, aunque más que morir... iban a transformarse en breve. No puedo describirte con palabras la belleza de los cuerpos etéreos, una vez se han desligado y abandonado su cuerpo definitivamente. Todos los mensajes que he recibido de esas personas han sido preciosos y fundados en torno a un amor incondicional. Siluetas de luz dorada, en la gran mayor parte de las ocasiones, envueltas en un halo de luz resplandeciente y de un blanco inmaculado, inmensurablemente bello.
Continuamos existiendo eternamente, es un hecho. La muerte no existe. Únicamente se extingue el formato de vida que conocemos, a fin de desvelarse la auténtica razón de nuestra existencia». Vanessa