Los nueve cuentos de Gritar supusieron la confirmación de uno de los narradores más exquisitos, honestos y originales de la nueva narrativa española. Ricardo Menéndez Salmón construyó con sabiduría nueve mundos propios, donde aparecen con claridad los temas centrales de su narrativa, "la pregunta por el irresoluble conflicto entre realidad y deseo, la dialéctica inextricable entre Historia e historia, y la presencia de un puñado de certezas que articulan cuanto he escrito: la pesquisa acerca de la belleza como redención, la fatalidad del mal como destino, la reciprocidad luminosa pero siempre hiriente del amor entre hombres y mujeres o entre padres e hijos" (del prólogo del autor).