En un tiempo muy, muy lejano (a comienzos de los años noventa, en Madrid), un joven okupa y antisistema acaba en la cárcel por declararse insumiso y negarse a hacer el servicio militar obligatorio. Allí, su compañero de celda, Kike, también insumiso, muere por la negligencia de unos funcionarios de prisiones y nuestro protagonista decide reintegrarse en la vida media del ciudadano medio de clase media.Sin embargo, dar ese paso resulta más complicado de lo que pensaba, tanto a nivel personal (sus contradicciones ideológicas al tener que “formar parte del sistema” le hacen sentirse un traidor) como a nivel social y laboral, pues no termina de moldearse tal y como la sociedad espera de él. Saqueadores de miseria es una irónica mirada a algunos acontecimientos sucedidos en los años noventa que tienen notoria repercusión en nuestros días, como la implantación de las empresas de trabajo temporal, la mili y los contratos-basura. La trama deviene poco a poco en una ironía en la que se esboza con sutiles pinceladas una sociedad dadaísta y sin alma. El conflicto de la novela parte de una historia real, la muerte del último insumiso encarcelado por defender su derecho a no ser reclutado a la fuerza, a quien el autor hace un homenaje con esta obra.