Si en su primer libro nos decía bajito: “qué bueno que viniste”, este nuevo libro viene pisando fuerte para contarnos bien alto “qué bueno que te fuiste”. Vamos a subir al cielo a pie es un grito al amor propio, donde a base de corazonadas la autora se reconcilia con el pasado, con el amor, y nos invita a vivir valientes, pero a vivir porque la vida sigue y nosotros con ella, porque hay sitios de los que uno nunca se va aunque se vaya, porque hay que amar las propias ruinas, y hay que saber soltar quizá para luego poder agarrar con más fuerza. Lae Sánchez vuelve a salir a jugar y esta vez nos gana con ventaja, con una prosa directa, sincera, con una voz más clara, más adulta, más valiente, más guerrera.

Tengo 28 años de intensidad absoluta. He vivido un año rodeada de mar, y aunque sé nadar, me ahogaron las dudas. El norte y el sur han sabido darme lo que necesitaba. He creído que la mejor mano era la mía y la he levantado confiando en que era la ganadora de la partida. He llorado de más a alguien que ya no echo de menos, he querido de menos a quien mereció más. Tengo a mi familia de motor principal, así que naufragar con lo que más quiero al lado no me asusta. Cada día pienso en T., no puedo borrar ni un recuerdo compartido. Un día alguien me enseñó que la mejor manera de subir al cielo era a pie. Ya no me acuerdo de quién me lo dijo, pero estoy segura de que tenía razón. Tengo claro que si quieres algo de la vida necesitas no tener miedo. De Te lo diré bajito… qué bueno que viniste a subir al cielo a pie hay tan solo un "vamos". Así que… me encantaría compartir este viaje contigo: VAMOS A SUBIR AL CIELO A PIE.