Ante este libro, más de un lector se preguntará: ¿cómo puede el autor, en vista de los escasos datos de los Evangelios y del dudoso valor de la tradición contenida en las leyendas, dar a una descripción detallada de la infancia y de la juventud de Jesús y con ello llegar a explicaciones de gran alcance teológico?

Se abren perspectivas inmensas ante nosotros si nos tomamos enteramente en serio y hasta sus consecuencias más lejanas las contradicciones que se observan entre el Evangelio de Mateo y el Evangelio de Lucas cuando relatan los comienzos de la vida de Jesús. Quienes estudian las afirmaciones de Rudolf Steiner concernientes a esta evidente dualidad en los relatos evangélicos de la Navidad a menudo se encuentran desbordados. Las concepciones que resultan de las explicaciones de Steiner, sobre todo en lo que se refieren a la existencia de dos niños Jesús, son tan inauditas, tan nuevas e inhabituales que hay que reconocer coraje, no solamente a Emil Bock al recogerlas en un libro como La infancia y juventud de Jesús, sino también al lector que se decida a adentrarse en él.

Emil Bock concluye que los sucesos en la infancia de los dos niños Jesús son la semilla misteriosa en la que se concentra todo el fruto de la evolución precedente de la humanidad. La Providencia ha obrado maravillas en la preparación del soporte humano para Cristo, hasta el punto de hacer converger toda la historia del mundo en una especie de punto focal en el que participan las principales culturas de la antigüedad.

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