Mezclar familia y empresa lleva muchas veces a que la lógica de la razón y la lógica del corazón entren en conflicto. Cuando a los problemas existentes en todas las familias se añade el compartir la propiedad y la gestión de un negocio, el riesgo de discrepancias, tensiones y peleas aumenta de forma exponencial.La dificultad de separar el componente emocional de las decisiones empresariales y la pérdida de la objetividad en muchos temas hace que peligre la confianza entre los socios, la visión compartida, la continuidad del negocio y la tan preciada armonía familiar.Al objeto de evitar, en la medida de lo posible, estos problemas y para aprender cómo se han gestionado en casos reales, Ricard Agustín los agrupa en tipologías de pecado, que en función de su gravedad pueden tener mayores o menores consecuencias para la continuidad del negocio y del buen clima familiar, y da algunas píldoras para que el lector disponga de las herramientas y las pistas necesarias para poder actuar como un buen dueño responsable.

Nacido en Barcelona en 1961, Ricard Agustín es el fundador y director de Family Business Solutions, consultoría de empresa familiar especializada en relevo generacional, protocolo familiar, profesionalización y puesta en marcha de órganos de gobierno.Formado en el ámbito empresarial en ESADE, IESE (Universidad de Navarra) e INSEAD de Fontainebleau, completó sus estudios con formación en empresa familiar en la Universidad Camilo José Cela y en terapia familiar sistémica en el Hospital de Sant Pau y la Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar.Antes de dedicarse al asesoramiento de familias empresarias había ocupado cargos directivos y de CEO en compañías como Mead Embalaje, Riverwood, Marcilla Coffee Systems (Sara Lee) y Barnices Valentine.Actualmente, es asesor de empresas familiares, participa en consejos de familia y de administración y colabora con diferentes instituciones docentes en el ámbito de la empresa familiar.