· Clásico de la literatura norteamericana, considerada una de las grandes novelas del siglo xx. · Séptimo libro con más préstamos en la historia de la Biblioteca Pública de Nueva York. · Edición del centenario del nacimiento de Ray Bradbury. · Única versión de la obra en formato ilustrado. · Nueva traducción de Marcial Souto.
Novelista, cuentista, poeta, dramaturgo, guionista de cine y de radio, Ray Douglas Bradbury fue uno de los grandes creadores del siglo xx. Cuando tenía doce años pasó por su pueblo una feria ambulante donde actuaba un mago llamado Mr. Electrico. «Estaba sentado en una silla eléctrica ―contaba Bradbury― y su ayudante bajó una palanca. La corriente atravesó el cuerpo del mago, que con los pelos de punta blandió una chispeante espada de Excalibur.» Bradbury, en primera fila, vio cómo, de entre todos los niños, el mago lo elegía a él, le apoyaba la espada en un hombro, luego en el otro y finalmente en la nariz antes de gritar: «¡Vive para siempre!». Nunca había oído una idea mejor. Esa Navidad, los padres le regalaron una máquina de escribir de juguete, con la que enseguida escribió la continuación de una novela marciana de Edgar Rice Burroughs. Durante los ochenta años siguientes viviría como si fuera para siempre y escribiría sin cesar en muchas otras máquinas. El resultado: clásicos como Crónicas marcianas, El hombre ilustrado, Fahrenheit 451, El País de Octubre y unos treinta libros más. Defensor de la emoción sobre el intelecto, compartía sin reservas su secreto creativo: «Corre hasta el borde del acantilado y salta. Mientras caes, invéntate alas».
Dibujante y caricaturista, estudió artes y diseño en el East Ham Technical College y en el London College of Printing. Sus ilustraciones satíricas le han valido el reconocimiento internacional. Sobre su personal manera de trabajar, declaró: «De joven iba a cambiar el mundo, pero el mundo empeoró, mi estilo se fue cargando de furia y empezaron a surgir manchas; como parecían muy naturales, estrellaba el pincel o la pluma contra el papel y conseguía maravillosos dibujos borrosos». Ha trabajado para Punch, The Daily Telegraph, Private Eye, The Independent, The New York Times y Rolling Stone. Junto con el escritor norteamericano Hunter S. Thompson contribuyó al nacimiento del periodismo gonzo, cuya expresión máxima es Fear and Loathing in Las Vegas, que él ilustró y Terry Gilliam llevó al cine. Como autor contó la vida del fundador del psicoanálisis en Sigmund Freud y la de Leonardo da Vinci en Yo, Leonardo, e ilustró Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce, La Isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson y Rebelión en la granja de George Orwell, todos ellos publicados por Libros del Zorro Rojo. Sus ilustraciones también acompañan The Mildenhall Treasure de Roald Dahl y Alice in Wonderland de Lewis Carroll. Reside en Kent, por cuya Universidad es doctor honoris causa.
Escritor, traductor, editor. Autor de los libros de cuentos Para bajar a un pozo de estrellas y Trampas para pesadillas. Dirigió las revistas literarias El Péndulo y Minotauro. Publicó en Montevideo los primeros libros de Mario Levrero y en Buenos Aires las primeras ilustraciones de portadas de Oscar Chichoni. Asesor durante años de Kosmopolis, festival literario organizado por el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona. Ha traducido gran parte de la obra de J. G. Ballard y Ray Bradbury, y numerosos libros de autores tan diversos como Ambrose Bierce, George Orwell, William Burroughs, Jack London, Samuel R. Delany, Charles Bukowski, Cordwainer Smith, H. G. Wells, Theodore Sturgeon, Sylvia Plath y Edward Gorey.