Cesta de la compra

Carros alemanes e italianos en el ejército nacional

Autor Lucas Molina

Editorial GALLAND BOOKS

Carros alemanes e italianos en el ejército nacional
-5% dto.    12,00€
11,40€
Ahorra 0,60€
Disponible online, recíbelo en 24/48h laborables

¿Quieres recogerlo en librería?
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular
  • Editorial GALLAND BOOKS
  • ISBN13 9788417816940
  • ISBN10 8417816941
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 64
  • Colección GALLAND #
  • Año de Edición 2022
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica

Carros alemanes e italianos en el ejército nacional

Autor Lucas Molina

Editorial GALLAND BOOKS

-5% dto.    12,00€
11,40€
Ahorra 0,60€
Disponible online, recíbelo en 24/48h laborables

¿Quieres recogerlo en librería?
Envío gratis a partir de 19€
España peninsular

Detalles del libro

Los primeros carros de combate foráneos recibidos en España después de la sublevación militar del 18 de julio de 1936, fueron los Fiat-Ansaldo CV.33/35 italianos, unos vehículos muy ligeros y rápidos, armados con dos ametralladoras y tripulados por dos hombres –conductor y ametrallador–. Pese a que su desarrollo y fabricación era muy reciente, y muchos países habían decidido su adquisición, el CV.33/35 era un carro de combate con muchísimas carencias, tanto en protección como en potencia de fuego, y sus usuarios experimentarían pronto su ineficacia para enfrentarse a los blindados enemigos en el campo de batalla.

 

En septiembre de 1936, los alemanes decidieron enviar al ejército sublevado un batallón al completo de carros ligeros Panzer I –el modelo más numeroso del parque acorazado teutón en esos momentos–, incluyendo personal instructor para formar tripulaciones españolas y para entrenarlas en las tácticas más avanzadas en el combate. Al mando del contingente se puso a uno de los teóricos más importantes del momento en el desarrollo de las unidades acorazadas alemanas, el oberstleutnant Wilhelm Ritter von Thoma.

 

Tras su empleo en operaciones los sublevados consideraron ambos modelos de carros muy limitados para el combate, pero ni Alemania ni Italia consintieron enviar otros medios acorazados de mayor entidad y mejores prestaciones, por lo que no quedó más remedio que reutilizar el material ruso capturado.

 

En este libro se repasa la trayectoria del material y de las unidades militares formadas con los carros italianos y germanos en el transcurso de la Guerra Civil española, con especial referencia a las mejoras planteadas por sus usuarios en unos, ya de por sí, mediocres elementos de combate.

Más libros de Lucas Molina, José María Manrique