Cesta de la compra

Los árboles
-5% dto.    22,90€
21,76€
Ahorra 1,15€
Disponibilidad limitada, recíbelo en 7 días. Uno de nuestros libreros lo conseguirá para ti.
Envío gratis
España peninsular
  • Editorial DE CONATUS EDITORIAL
  • ISBN13 9788417375782
  • ISBN10 8417375783
  • Tipo LIBRO
  • Páginas 360
  • Colección QUE NOS CONTAMOS HOY #
  • Año de Edición 2023
  • Idioma Castellano
  • Encuadernación Rústica
-5% dto.    22,90€
21,76€
Ahorra 1,15€
Disponibilidad limitada, recíbelo en 7 días. Uno de nuestros libreros lo conseguirá para ti.
Envío gratis
España peninsular

Detalles del libro

“Completé el manuscrito justo antes de que comenzara el Covid. El núcleo era una canción: Lyle Lovett, el cantante de country, hizo una versión de la canción tradicional Ain’t No More Cane y la combinó con otra canción llamada Rise Up. Lo estaba escuchando antes de jugar tenis una mañana y pensé, eh, ahí está mi novela: ¿y si todos se “levantaran”? Se convirtió en una especie de idea zombie, pero no me gustan los zombies, así que se transformó en lo que se convirtió. Si bien rara vez digo lo que significan mis novelas, una cosa que creo que es cierta es que se debe hacer una distinción entre la moralidad y la justicia: es posible que la justicia no siempre nos parezca moral, y eso es un pensamiento aterrador”. The Guardian, marzo de 2022.
Percival Everett nació en Georgia (EE.UU) en 1957. Ha escrito treinta libros. En España ha sido publicado No soy Sidney Poitier. Pertenece a esa clase de autores no comerciales, muy valorado por la crítica por su originalidad y su voz satírica. Vive en Los Ángeles y es Catedrático en la University of Southern California. Ha ganado el premio Pen Club de Estados Unidos y el de la Academia Americana de las Artes y las Letras entre otros muchos. Christian Lorentzen eligió Cuánto azul como el mejor libro norteamericano de 2017.En 2022 Percival Everett publicó » LOS ÁRBOLES » finalista al Booker prize 2022. También con «Los árboles » fue ganador del prestigioso Premio Bollinger Everyman Wodehouse “Un libro audaz y provocativo en el que Everett apunta directamente al racismo y la violencia policial, en un estilo acelerado que garantiza que el lector no pueda apartar la mirada (…) Una novela enormemente poderosa, de importancia duradera, y al mismo tiempo una obra maestra cómica de terror”Joyce Carol Oates
Money, Mississippi, tiene exactamente el aspecto que sugiere su nombre. Bautizado desde esa tradición de ironía sureña recalcitrante, y desde la tradición adjunta de la incultura, el nombre se vuelve un poco triste, un indicador consciente de ignorancia que quizás convenga aceptar porque, reconozcámoslo, no va a desaparecer. En las afueras de Money había algo que quizás se podría considerar de forma aproximada un suburbio, quizás hasta se podría llamar barrio, una colección no tan pequeña de casas dúplex estilo rancho y con revestimiento de vinilo que llevaba el nombre no oficial de Small Change. En uno de los jardines traseros de hierba moribunda, en el borde descascarillado de una piscina elevada vacía, adornada con imágenes descoloridas de sirenas, se estaba celebrando una pequeña reunión familiar. No era una reunión ni festiva ni especial, simplemente habitual. Era la casa de Wheat Bryant y su mujer, Charlene. Wheat estaba buscando trabajo, vivía eternamente buscando trabajo. Charlene siempre se aseguraba de señalar que la palabra «buscando» solía sugerir que se iba a encontrar algo, mientras que Wheat sólo había tenido un trabajo en su vida entera, y no era probable que fuera a encontrar otro. Charlene trabajaba de recepcionista en Tractores Usados J. Edgar Price Propietor (que era el nombre oficial de la empresa, sin comas), tanto en ventas como en atención al cliente, aunque la empresa llevaba tiempo sin vender tractores usados, e incluso sin reparar muchos. Corrían tiempos difíciles en el pueblo de Money y sus inmediaciones. Charlene siempre llevaba un top del mismo color amarillo que su pelo teñido y ahuecado, y lo llevaba porque molestaba a Wheat. Wheat bebía sin parar latas de cerveza Falstaff, fumaba sin parar cigarrillos Virginia Slim y aseguraba que fumarlos lo convertía en un feminista de ésos. A sus hijos les contaba que las cervezas eran necesarias para que no se le desinflara la panza, y que los cigarrillos eran importantes para ir de vientre con regularidad.