Corría 1999 cuando un amigo le preguntó a la empresaria Elvira Vázquez la mejor manera de recuperar un viejo teatro a punto de derrumbarse alquilado por unos magnates rusos. En la primera reunión con los inquilinos, traductor incluido, se encontró que no había ni plan de viabilidad, ni permisos. Solo las ratas que pululaban por el teatro y enormes dosis de ilusión y esfuerzo por parte de FEM girar El Molino, de los propios vecinos y artistas.

En este libro comparte no solo su última aventura empresarial, sino algunos de sus compromisos sociales, empezando por su vinculación al mundo del tenis, el Grupo-7 de empresarias comprometidas, la Fundación de Lucha contra el sida, la microempresa, Barcelona Oberta, el Consell Assesor de la Rambla, y finalmente la fem (Fundación El Molino). Su dedicación por recuperar el cabaret más canalla del Paral.lel y devolver al barrio el protagonismo que le corresponde, son la motivación de relatar los últimos 20 años que han hecho posible que lo que era una ruina en 1999 sea hoy el edificio más innovador de las artes escénicas de la ciudad. Por estas páginas desfilan empresarios, políticos, artistas, deportistas, periodistas, oportunistas y vecinos que conforman un paisaje inédito de las últimas décadas de Barcelona.

«Barcelona gozaba de más libertad que Berlín, París o Hamburgo. Y si los prostíbulos habían sido famosos gracias al puerto más importante del Mediterráneo, los cafés concierto adquirieron en ese momento una fama mundial.» (Lluís Permanyer)

Elvira Vázquez, siempre ha sentido vocaciones múltiples, y está convencida de que su formación en Derecho, Filología, Humanidades, Comunicación y diferentes grados medios en función de las necesidades y la oportunidad, le han permitido desarrollar responsabilidades muy diversas. Le resulta imprescindible encontrar la motivación en cada momento, que es distinta en cada persona y que el aburrimiento viene de la falta de estímulos, ausencia de interés y adaptación a la rutina que es para ella el gran enemigo ante el que hay que protegerse. Ese es el criterio que le ha permitido gestionar su despacho, tanto en el asesoramiento de empresas, como en la creación de diversos proyectos, y la dirección y gestión de varias empresas. Ha trabajado en cinco sectores distintos (consultoría y asesoramiento, producción alimentación, distribución, gestión y management deportivo), en diferentes «start-ups» tecnológicas y los últimos años en el ámbito de la cultura con la recuperación y gestión de El Molino, icono del Paral.lel. Su compromiso social lo ha desarrollado de manera paralela a su responsabilidad empresarial, con prioridad en cada momento a los proyectos que tuvieran que ver con las personas o la ciudad.